Trabajar y dar los pasos necesarios para alcanzar nuestros sueños, en ocasiones puede ser un gran reto. Ya sea comenzar un nuevo negocio, estudiar una carrera, independizarte, continuar la universidad, comprar una casa o hasta terminar la prepa, en cualquiera de estos objetivos, muchas veces creemos que todo lo que necesitamos para ver nuestras metas cumplidas estará al alcance de las manos y, cuando no sucede así, es fácil desmotivarse y la chispa que nos impulsaba comienza a disminuir.


Simon Sinek es un escritor y motivador inglés, que le da un sesgo muy interesante a esas situaciones donde las personas están en un momento de vértigo u olvido para retomar sus sueños y atreverse a alcanzar eso que siempre han anhelado.


En una de sus conferencias (publicada en YouTube), Sinek habla sobre 5 recomendaciones para que las personas encuentren lo que llama “la chispa en la vida”; y justo viene a colación de la circunstancia actual que se vive en el mundo, y sobre todo, las implicaciones emotivas y psicológicas que pueden llevar a los individuos a visualizar un panorama tan sombrío, que incluso los pueda alejar de esos sueños que los motivaban en otras facetas.


Cuando los Seres Humanos hablan de sus planes, generalmente suelen enturbiar el rostro, adquirir un gesto sobrio y describir esos proyectos como situaciones al límite, con riesgo, con alto nivel de solemnidad, incluso con cierta nostalgia que podría indicar una negativa casi infranqueable para alcanzarlos.


No es ajeno que las personas de pronto se alejen de sus sueños, que las circunstancias de la vida los desvíe un tanto de esos objetivos que los hacen vibrar, que los hacen sonreír con una de las expresiones más sinceras e incontrolables que pueden expresar. Por eso, el día de hoy quisiera compartirles mis reflexiones sobre las 5 recomendaciones de Sinek, para poner en práctica en búsqueda de cumplir con nuestros sueños:


1. Puedes hacer las cosas a tu manera; pero nunca interfieras en la manera de alguien más para alcanzar lo que quiere


Sinek habla de un camino orientado a ser auténtico, creativo; incluso, proponiendo la reinvención de ciertas reglas para alcanzar lo que se busca. Esta fase suele ser muy exigente con el propio individuo, ya que lo lleva a confrontarse con lo establecido, con los paradigmas, con una apariencia creada, moldeada, construida por las experiencias y las vivencias tenidas hasta el presente. Ahí es donde radica la mayor dificultad: salir del molde autoconstruido, replantear las formas, para volver a lograr que emerja la esencia, de nosotros mismos y de nuestros sueños.


2. A veces, tú eres el problema


La autocrítica es una de las confrontaciones más duras que tiene el Ser Humano; aunque paradójicamente es uno de los procesos de catarsis más fuertes, ya que, seguido de dicho enfrentamiento con las propias ideas (a veces erradas), suele venir un aprendizaje que nos lleva a madurar.


En ese aprendizaje es donde se encuentra una potencia importante para la reinvención, para darle el vuelco positivo que en ocasiones requiere la vida; una vida con esa opacidad que ha enceguecido a la chispa, a la vibra que nos acerca a los objetivos.


Confrontar las ideas propias, necesariamente requerirá de un proceso fortísimo de madurez; y en la aceptación, estará el crecimiento para retomar el camino. Sinek plantea el punto desde la idea clara “asume la responsabilidad de tus acciones; pero siempre busca un equilibrio entre lo que no has hecho correctamente, con lo que sí has logrado”.


3. Cuídense los unos a los otros


Siempre que se piensa en un proyecto determinante para la vida, como podría ser estudiar una licenciatura o un posgrado, la visualización del estudiante recurrentemente tiene una connotación egoísta (e inconsciente): adquirir conocimiento para después producir riqueza. Si bien, dicha premisa no es inadecuada, el compromiso que debería generarse en el profesionista, tendría que orientarse en gran medida, a que dicha labor profesional, será en beneficio del constructo social. Necesariamente el profesionista, al ser una figura que cumple un rol con mucho carácter y conocimiento, deberá tener una responsabilidad importante en el desarrollo del colectivo con el que se relaciona.


Cuidar de otros, aportar a la sociedad, no sólo es competencia de profesiones como la medicina o la docencia; sino que, en la solidaridad de todos es donde se debe dar un respeto y validación de la profesión que se estudió. Esta responsabilidad, indudablemente, proporcionará grandes satisfacciones espirituales, además de las monetarias.


4. Sé paciente: en algún momento tendrás tu oportunidad


Y aquí, en este punto específicamente, es donde se vuelve primordial estar preparado: para saber, para saber hacer, para saber ser y saber estar (los 4 pilares que rigen la actividad y finalidad de la educación).


Un individuo que logra sus sueños, suele tener paciencia, suele ser ese que habla al final, el que, una vez observado el panorama completo, plantea la última idea: definitiva, contundente, crucial, determinante. Ahí es donde es importante tener todas las herramientas para aprovechar; no antes, no después… justo en ese momento. Dicha preparación y paciencia, son esenciales para encontrar el rumbo de la chispa que enciende la búsqueda de los sueños.


5. Sé humilde siempre, sé sencillo


Un ex Secretario de la Defensa de Estados Unidos estaba por iniciar una conferencia ante un auditorio repleto. Inicia mirando el café que sostenía en su mano, dentro de un vaso de unicel, y reflexiona:


“Hace un año, yo di esta misma conferencia, en este mismo lugar. Viajé en un vuelo privado, llegué al hotel donde me esperaban ya con una de las mejores habitaciones, me trajeron a este auditorio, entré por una puerta trasera, estuve en una sala elegante y me sirvieron café en una hermosa taza de cerámica. Un año después, cuando ya no soy Secretario de la Defensa, viajé en un vuelo comercial, llegué en taxi al hotel, me tuve que registrar en la recepción, tomé en taxi para llegar a este auditorio, cuando pregunté si había café, alguien me señaló la máquina, y finalmente estoy aquí, con ese café en un vaso de unicel…”


La moraleja es muy sencilla: los éxitos, los reconocimientos, el dinero, la idea de “éxito” que se pueda acumular o lograr en la vida, realmente es y será para el personaje que se esté interpretando en ese momento. La taza de cerámica será un símbolo para ese momento; pero siempre, al final, si todos esos reconocimientos ya no están o el puesto es diferente, el vaso de unicel siempre será y fue para nosotros.


En la humildad, en la sencillez radica un peso muy importante de los logros que generan la mayor satisfacción y trascendencia de los Seres Humanos.



Esta reflexión, es una invitación a reencontrarnos con esos sueños que nos hacen brillar la mirada, con esa perspectiva de la infancia donde sabíamos lo que queríamos ser; reencontrarnos con ese brío de la adolescencia que nos daba la energía para cuestionarlo todo y modificarlo para que fuera mejor.


Y es entonces cuando la posibilidad de la preparación académica que te ofrece UAL para estudiar la prepa, una licenciatura o un posgrado, son esas oportunidades para regresar al camino, para entender que no abandonaste del todo la chispa de tu esencia y de tus sueños: esas metas solo estaban esperando una nueva vibra para volver a iluminarte la mirada.